“Para ser candidato a la Presidencia de un Estado ¿no habría que tener un conocimiento más elaborado de teoría del Estado?” se preguntaba Rafael Puente. Yo me pregunto, ¿no deberíamos comenzar por casa?
Goebbels (Ministro de Propaganda de Hitler) decía “Miente, miente, miente que algo quedará…”
El Estado Plurinacional, la whipala, el puño izquierdo levantado, la nacionalización y el proceso de cambio, no son otra cosa que los símbolos de un proyecto autoritario que busca ser hegemónico que se alimenta de un pueblo educado deficientemente.
(Tuto)“…ha desnudado su conmovedora falta de propuestas para profundizar el cambio que nuestro país necesita” afirma en otro párrafo. No, no queremos profundizar el cambio, queremos una Bolivia Diferente.
Queremos la mano abierta para ayudar a quienes más lo necesitan. No queremos el puño cerrado con odio que apalea a los indígenas en Chaparina, mata jóvenes en la Calancha, a campesinos en Povernir o a extranjeros en el Hotel Las Americas.
Queremos nacionalizar la coca para dejar de envenenar nuestras tierras, los ríos y dejar de alimentar al narcotráfico. No queremos que “nacionalicen” las acciones de los bolivianos en nuestras empresas, mientras re-compran las acciones de los extranjeros en oscuros acuerdos.
Queremos ingenieros industrializando el gas, el litio, el hierro, transformando nuestras materias primas en productos con valor agregado que se exporten a todos los mercados. No queremos cocaleros industrializando coca estigmatizando a nuestro país.
Queremos que gente honesta, capaz, íntegra, honrada administre la justicia para garantizar la protección del Estado. No queremos MASistrados que protejan a los borrachos, abusadores, violadores, narcos, etc., ó fiscales que persigues opositores, extorsionan a empresarios, mata judicialmente a Bakovic por denunciar corrupción.
Queremos educación de calidad para tener igualdad de oportunidades, que se premie la capacidad, el esfuerzo y la constancia. No queremos que un Carnet del partido de gobierno valga más que un título universitario para conseguir trabajo.
Queremos que se respete la libertad de pensamiento, de expresión y de comunicación. No queremos que se persiga, procese, extorsione, encarcele a quienes piensen diferente.
Queremos un gobierno abierto con transparencia, colaboración y participación ciudadana. No queremos que pase una década y nos sigan prometiendo que pronto harán lo que prometieron que harían en las dos anteriores campañas.
Queremos que todos sin distinción sean tratados como iguales ante la ley y que cumplan con sus obligaciones. No queremos que los militantes del partido de gobierno les regalen casas, edificios, autos, volquetas con los impuestos de la gente que cumplimos con todos nuestros deberes de ciudadanos, mientras hay “sectores sociales” que no pagan impuestos y que gozan de la protección del gobierno.
Queremos que los mejores profesionales manejen nuestras empresas y que el servicio público sea un honor y un reconocimiento a su capacidad. No queremos que trabajar en las instituciones públicas sea el pago a los que hicieron campaña electoral.
Queremos licitaciones en línea para construir escuelas y hospitales que beneficien en especial a los que menos tienen. No queremos más contrataciones por excepción sin licitación para comprar aviones, helicópteros, satélites, teleféricos, construir carreteras, canchitas o catering con sobreprecios gigantescos que solo benéfica a los parientes de los que gobiernan.
Queremos “el ruido de la prensa libre”. No queremos que los medios de comunicación sean censurados por amedrentamiento, compra de sus acciones o apabullamiento de publicidad estatal o periodistas enjuiciados como el Padre Gramunt por decir la verdad.
Por estas y otras razones, al MAS le preocupa el programa radical de Tuto.
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