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  • Remesas con Blockchain

    Imagínate que tu mamá, tu papá, tu hermana o hermano, o cualquier familiar tuyo, que tuvo que irse al exterior a trabajar te quiere enviar dinero. A esos ingresos familiares generados en países extranjeros que son enviados por trabajadores migrantes, se conocen como remesas. El mayor flujo de fondos del mundo desarrollado al mundo en vías de desarrollo no es la inversión privada, y ni siquiera la ayuda de organismo internacionales, son las remesas. Se estima que las remesas son $us 600,000 millones al año, y va en aumento, y las personas que utilizan los sistemas tradiciones de intermediarios están siendo víctimas de intermediación muy parecida a la usura. En Bolivia las remesas el año pasado bordearon los $us 1,400 millones, un 25% más que en 2020. ¿Porque si puedo enviar un mensaje a la España en segundos a través de una aplicación de mensajería instantánea, no puedo enviar de la misma manera dinero? ¿Alguno de ustedes se ha hecho esta pregunta? La primera respuesta podría ser porque yo tengo dinero en bolivianos y en España usan euros y necesitaría algún intermediario para que oficie de casa de cambios. Pero existe un problema más importante. Cuando yo realizo una envió digital, ya sea un correo electrónico, un mensaje, una foto, un archivo, un audio o un video, en realidad lo que le llega al destinatario es una copia, sí una copia, porque el original se queda conmigo. Es algo similar al fax. Mientras se trata de información no hay problema, pero si se trata de envió de dinero o activos en general, no es una buena idea ni para el remitente y peor para el destinatario enviar una copia. El principio más importante de una transacción financiera es que si te envió una x cantidad de dinero, yo ya no tenga esa cantidad de dinero conmigo y que, por ende, no lo pueda volver a usar y enviar a alguien más. Esto ha sido denominado el problema del "doble gasto" desde hace mucho tiempo. Entonces ¿cómo se puede enviar dinero desde España a Bolivia? Si utilizan el sistema financiero, el Banco español del que envía el dinero le debita de su cuenta, por ejemplo 100 euros, los envía a un Sistema de Compensación Internacional; que puede ser a través de los Bancos Centrales o el código SWIFT (Sociedad para la Telecomunicación Financiera Interbancaria Mundial) o BIC, que envían al Banco boliviano del destinatario los 100 euros, y este cambia los euros a bolivianos y realiza el abono en su cuenta. ¿Cuánto tiempo llevo la transacción y cuánto costo? Se puedo haber tardado 3 días y puede llegar a costar hasta 20 euros dependiendo del Banco emisor y receptor. Hoy estamos llenos de intermediarios que hacen de “garantes” en toda la cadena de transacciones para establecer la confianza en nuestra economía. Pero cada vez más, este sistema de intermediación ha ido perdiendo confianza de la gente, porque cuando falla, los que pagamos las consecuencias somos nosotros. Uno de sus principales problemas de ese sistema de intermediación financiera, es que están centralizados, o sea, son más propensos a ser pirateados. Otro es que excluyen a millones de personas; ya sea por el exceso de requisitos, o porque simplemente no son confiables para todos. Además, han ido socavando nuestra privacidad, apoderándose de nuestros datos y a título de brindar más seguridad, se han vuelto nuestros supervisores de todas nuestras operaciones. Y en vez de que estén a nuestro servicio, nosotros nos hemos vuelto sus empleados. Pero qué tal si les dijera que existe una tecnología que ha resuelto el problema del “doble gasto” y al mismo tiempo evita todaaa esta vuelta y permite una transacción persona a persona (peer to peer), sin intermediarios y es cien por ciento segura. Esa tecnología se llama blockchain. Hoy existen aplicaciones basadas en blockchain que permiten enviar el dinero a través del celular sin intermediarios, y realizar la transacción en minutos y cuyo costo está en función al trabajo que se requirió para esa transacción, no tiene un costo mínimo o es un porcentaje del monto, y además operan las 24 horas del día, los 7 días de la semana y los 365 días del año. Te imaginas el beneficio que significa en ahorro de tiempo, tanto para el que envía; que tenía que ir a buscar una agencia de un banco o una empresa de envió de dinero, y el que recibía que también tenía que ir a buscar la misma agencia del intermediario que trabajara con la empresa de giros de su familiar, y encima le cobraban entre el 7 y el 10% más lo que ganan en el tipo de cambio de compra y venta. Esa revolución ya está ocurriendo en el mundo, pero lamentablemente no en Bolivia, porque algún burócrata se le ocurrió prohibir el uso de los criptoactivos en el sistema financiero y los instrumentos de pago reconocidos por esta entidad y por ende realizar operaciones financieras basadas en blockchain. Columna originalmente publicada en público.bo y eju.tv, el 7 de abril de 2022.

  • Blockchain el futuro de las elecciones

    Cuando escuchamos blockchain, inmediatamente lo asociamos con Bitcoin o el dinero digital (Criptomonedas) y es que blockchain nació junto con el Bitcoin como la tecnología detrás, que garantiza la confiabilidad del sistema de transacciones con esta moneda digital. Pero rápidamente se fueron ampliando sus usos a otras áreas, hasta llegar a campos minados como es el voto electrónico/digital a través del blockchain. Si se dan cuenta, el principal problema al cual nos estamos enfrentando en el mundo es la falta de confianza en las instituciones en general y los tomadores de decisiones en particular; ya sean públicos o privados. Entonces ¿Porque se vuelca la mirada a una tecnología como blockchain para un evento tan sensible como es el voto? ¿Cuál es la mayor fortaleza de la tecnología blockchain? Justamente la confianza en que el registro de la “transacción” es inmutable, rastreable y transparente. El blockchain registra todas las “transacciones” de manera público y no se puede borrar, modificar ni falsificar. El blockchain emplea mecanismos criptográficos de seguridad para acceder, firmar y cifrar las transacciones, los bloques y la cadena de bloques. Las claves privadas pueden estar vinculadas a la identidad de los usuarios o a seudónimos; por ejemplo, las carteras digitales con las que la plataforma ofrece el anonimato de las operaciones. ¿Como puede estas características ayudar en un proceso electoral? Primero hagamos un recuento de la evolución de las elecciones. Al principio la cantidad de votantes era pequeña y por lo tanto podía realizarse a mano alzada. A medida que crecieron las poblaciones y se ampliaron los derechos, se pasó a imprimir papeletas y se incorporó el anonimato en el voto, realizando el recuento de los votos lo más rápido y transparente posible. Aquí es donde entra la tecnología para garantizar que estas dos premisas se cumplan. Entonces, ¿podemos sustituir la metodología y tecnología actual por el blockchain? Sí, por supuesto que sí. Pero ¿cuáles serían las condiciones mínimas? Lo primero es que todo el proceso, desde la identidad digital hasta el conteo de votos este registrado. Estonia fue el primer país en tener elecciones municipales el 2005 a través de internet, permitiendo votar en recintos digitales o a distancia. Esto lo pudo realizar gracias a que casi la totalidad de los habitantes de Estonia cuentan con la identificación digital. Si bien para ese entonces no existía el blockchain, los funcionarios electorales de Estonia han sostenido que utilizan una tecnología similar al blockchain. Posiblemente uno de los aspectos más importantes; en especial para los bolivianos que estamos saliendo de una experiencia tortuosa, es que el registro de todas ´transacciones´ es descentralizada por lo que la información no se concentra en un único espacio o un solo servidor; por lo que la posibilidad de ataques cibernéticos que alteren el resultado sería casi imposible de ejecutar y que la “cadena de custodia” no se puede romper. Para garantizar que millones de personas puedan votar en un mismo día sobre una plataforma basada en blockchain se necesitaría garantizar la existencia de una gran cantidad de nodos, que realicen el trabajo de validación (proof of work) de cada bloque, lo cual puede aumentar el costo. Se necesitarán recursos para la programación de la cadena en la etapa inicial y el minado de transacciones una vez esté en funcionamiento. De acuerdo con los datos de mempool.space el costo del minado por transacción hoy sería $us0,49 (es variable por hora y por día) por lo que, si consideramos 7 millones de electores habilitados, costaría aproximadamente $us3.5 millones de dólares; cerca a Bs 25 millones. Ya se han realizado votaciones con blockchain en países como Suiza, Japón, Tailandia, Estados Unidos y Corea del Sur, como también elecciones estudiantiles en Bogota. Lo increíble es que también ya se han realizado elecciones en Bolivia utilizando blockchain. La Cámara Nacional de Industria realizo la elección de su Directiva el 2020 con el acompañamiento del órgano electoral plurinacional. Cuatro valores fueron sus premisas: voto único, seguro, anónimo y auditable. Lorenzo Catalá; Gerente de Estrategias y Finanzas de la Cámara Nacional de Industria, no dijo que el desafió tecnológico no fue el más complejo, sino el andamiaje legal necesario que les permita moverse con seguridad paso a paso, desde sus Estatutos hasta el Reglamento Electoral. Otro desafío fue el cultural; de hecho, desde este espacio venimos insistiendo que la Transformación Digital es una transformación cultural con base en la tecnología. Por eso fue fundamental educar a la gente en todo este nuevo proceso y guiarlos para que se empapen con el funcionamiento de esta nueva tecnología. ¿Eso significa que estamos listos para implementar el blockchain en las futuras elecciones en Bolivia? El país está altamente polarizado, y los unos desconfiamos de los otros, y viceversa. Para resolver estas desconfianzas, es necesario establecer los protocolos de consenso que permiten tener un registro distribuido en la que las distintas partes, sin necesidad de confiar unas en otras, y puedan estar seguras de que la información que comparten y aceptan es veraz. Solo faltaría la voluntad política para cambiar el andamiaje legal que permita la realización de elecciones con blockchain. Columna originalmente publicada en público.bo y eju.tv, el 24 de marzo de 2022.

  • La automatización y la transformación digital

    Cuando escuchas el termino automatización, puedo asegura que en tu mente esta la imagen de los robots que habían sustituido a la mano de obra en las fábricas de autos; el símbolo de la tercera revolución industrial. Ahora que estuve en Estados Unidos nunca pensé que la automatización y la integración de las computadoras había llegado a casi todos los espacios de trabajo y que con el uso de la tecnología se había masificado tanto, mostrándonos el camino hacia la cuarta revolución industrial. Desde el día en que llegamos, vimos como casi todos los trabajos rutinarios están automatizados: como tomar tu orden en Wawa a través de una Tablet o en McDonald’s donde eliges lo que vas a pedir a través de una pantalla táctil en la cual vas elaborando tu orden, o si quieres llenar de gasolina tu auto en cualquier gasolinera, te bajas pones tu tarjeta de crédito, escoges el tipo de gasolina y la cantidad que quieres cargar y pones la manguera con la pistola en tu auto, si quieres estacionarte en un parqueo público, te estacionas y pagas el tiempo que estarás en una máquina que parece una despachadora de gaseosas, o si quiere parquear en la calle, debes bajar una aplicación y pagar el tiempo que vas a estar, o si vas de compras a una tienda o al supermercado, en vez de cajeros, tienes una maquinas lectoras de código de barras, donde pones tu tarjeta, pasas todos tus productos por la maquina y listo. Eso significa, no solo un “desplazamiento” de los empleos; si no, también significa que cada vez se necesitaran menos los empleos que requieren menos habilidades o actividades totalmente rutinarias, creando una nueva categoría de desempleo, el desempleo tecnológico. Por lo que parece que quienes tengan altos niveles de habilidades o estudios, tendrán una mayor oportunidad de desplazarse hacia los nuevos empleos, en cambio, quienes poseen menores habilidades o estudios, serán los que corren más riesgo de ser remplazados por completo por la automatización y la transformación digital. Es natural, los robots o los algoritmos de los sistemas, son mucho mejores que cualquier persona en realizar trabajos con tareas repetitivas, pues no se “cansan” y se disminuye sustancialmente la posibilidad del error humano. Demás está decir que la automatización parte de dos principios fundamentales: la digitalización por un lado y la confianza por el otro. Toda la rutina, con todas sus posibles variantes; incluso elegir tus acompañamientos o salsas para tu comida, el tamaño de tus papas, la cantidad de crema en tu café deben estar parametrizadas y ser específicas para garantizar la provisión adecuada del bien o el servicio, y sistematizada a través de un software fácil de usar y amigable con el cliente. Y, por otro lado, confiar en el sistema, es decir confiar el uno en el otro, que nadie tratará de aprovecharse y en caso de reclamo, este será atendido inmediatamente, partiendo del principio del cliente siempre tiene la razón; y esto incluye la posibilidad de devolver lo que compraste, simplemente porque no satisfizo tus expectativas y sin que medie tramite alguno te devuelven tu dinero. ¿Cuáles son las ventajas de la automatización? La primera, sin lugar a duda, es la posibilidad de tener una atención 24/7/365, y con esto un aumento de las ventas, el uso eficiente de los recursos y probablemente una disminución de los costos. El segundo, es la agilidad y la mejora en la atención al cliente. La tercera, es que permite a la empresa tener omnicanalidad; es decir, estar en contacto con los clientes a través de diferentes canales (email, redes sociales, sitio web, aplicaciones de mensajería instantánea, etc.) Las nuevas tecnologías han llevado este vínculo al siguiente nivel a través de sistemas inteligentes y autónomos alimentados por datos y aprendizaje automatizado. La pandemia del COVID-19 ha tenido importantes consecuencias en la región y el mundo respecto a la automatización en los negocios y el surgimiento de nuevos modelos de negocios a través del uso de la tecnología, enfocados en resolver los problemas actuales con soluciones simples, agiles y pensadas en el cliente. Una de las consecuencias más importantes, es la creciente necesidad de flexibilizar y agilizar los sistemas de formación y capacitación, y pasar de la educación 1.0; donde la formación era uniforme y en masa, como para la primera revolución industrial, a una educación 4.0 centrada en la formación y capacitación por competencias, modular, asincrónica y bajo demanda. Si bien la automatización es algo que se viene haciendo desde hace varios años atrás y no implica necesariamente la transformación digital, la automatización es uno de los habilitadores junto a la aplicación de tecnologías digitales que permitan ordenar y sistematizar los procesos, extraer y procesar datos para mejorar la toma de decisiones e incrementar la tasa de satisfacción del cliente. La automatización, la integración de las computadoras y el uso de la tecnología es el futuro de los negocios. Columna originalmente publicada en público.bo y eju.tv el 10 de marzo de 2022.

  • Cuarta revolución industrial o Industria 4.0

    Para entender de donde proviene la cuarta revolución industrial es necesario hacer un repaso de las anteriores revoluciones industriales. La primera revolución industrial se basó en el desarrollo de la máquina de vapor y la mecanización del trabajo; es decir, sustituir el trabajo físico con trabajo mecánico ya sea con energía hidráulica o energía eléctrica. La segunda revolución industrial se basó en la fabricación en masa, creando líneas de producción, siendo el automóvil el más importante de ellos y el Ford T negro su símbolo más importante. La tercera revolución industrial, incorporo el uso de las computadoras, la automatización a los procesos industriales y se asienta sobre nuevas tecnologías de la información y la comunicación, así como en las innovaciones que permiten el desarrollo de energías renovables. Si bien desde el año 2011 en la Feria de Hannover se comenzó a hablar de la Industria 4.0, la cuarta revolución industrial es un término que nace con la publicación del libro “La Cuarta Revolución Industrial” de Klaus Schwab; economista y empresario alemán, fundador del Foro Económico Mundial, en el cual afirmaba que “Estamos al borde de una revolución tecnológica que modificará fundamentalmente la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos. En su escala, alcance y complejidad, la transformación será distinta a cualquier cosa que el género humano haya experimentado antes”. La industria 4.0 comprende la digitalización e integración de cadenas de valor, productos y/o servicios. Las tecnologías de información, las máquinas y los seres humanos están conectados, interactuando en tiempo real, creando así una forma de fabricación más inteligente y está marcada por la exploración y explotación de los datos; el nuevo petróleo del siglo XXI, su refinación y sus derivados. Déjenme explicarme un poquito mejor, el uso de algoritmos para procesar los datos, la interconexión masiva de dispositivos y sistemas de gestión empresarial vendría a ser su refinación y el Deep Learning, Machine Learning, la Inteligencia Artificial (IA), el Internet de las Cosas (IoT), el BigData serían los derivados del uso y refinamiento de los millones de datos que producimos cada segundo, cada hora, cada día, cada uno de nosotros. Y por último el enlace de todos los datos; en bruto o refinados, en la nube o Cloud (privada, pública o híbrida), donde los datos son categorizados, almacenados y donde pueden ser desarrolladas aplicaciones que recojan los datos y nos los devuelvan en forma de alarma, identificación o servicio añadido. Obviamente la Industria 4.0 implica la digitalización de la totalidad de los procesos operativos, la interconexión de todo a través de sensores de lectura y emisión de datos, la integración de tecnología para procesamiento de datos, y de esta manera estudiar, analizar y predecir el comportamiento de los usuarios/clientes internos o externos, personalizando los bienes y servicios lo que obliga a la flexibilidad de una fábrica que tendrá que gestionar adecuadamente sus materias primas, insumos y recursos. Una de las transformaciones más importantes en la industria 4.0, supone transformar el modelo de negocio colocando al centro al cliente en vez del producto, cambiando su visión estratégica de largo plazo, utilizando la tecnología y los datos para innovar continuamente, caso contrario se enfrentará a la aparición de nuevos negocios disruptivos más agiles y veloces que los tradicionales, que tienen la ventaja de nacer entendiendo las necesidades de los clientes o específicamente para atender algún problema no atendido o generado por la actual industria. Hoy, tenemos un nuevo cliente, cada vez más conectado, exigente y consciente de lo que consume, y que impacta en todo el ciclo de producción: desde el diseño y fabricación hasta la distribución, que ha generado un cambio cultural del consumo y la venta. Todos estos datos, que producen los clientes, deben ser escuchados y transformados en insumos de la nueva industria. Además, pensar en los clientes y sus sentimientos, también implica el uso de tecnología amigable con el medio ambiente y con el cuidado del planeta, así como vigilar y reducir la energía que utiliza para la generación de estos nuevos bienes y reducir el impacto de la producción en la naturaleza: emisiones, contaminación, cambios medioambientales. Entonces ¿qué es lo que ha cambiado realmente en la industria que nos lleve a pensar en un nuevo paradigma industrial, si los procesos o las máquinas en la industria son digitales desde los años 70? Los principales cambios son: a) que los objetos fabricados por la Industria 4.0 ya no son pasivos, son activos; b) que existe una convergencia de las tecnologías de operación e información; y c) la implementación de plataformas colaborativas, fundamentalmente de proveedores y clientes. Columna originalmente publicada en público.bo y eju.tv el 24 de febrero de 2022.

  • Los conceptos básicos del Blockchain

    El 3 de enero de 2009 nació Bitcoin con la creación del primer bloque, conocido como bloque 0 ó bloque génesis, siendo el protocolo informático que sirve de base del Bitcoin, a través del cual se registran todas sus operaciones, convirtiéndose el primer libro contable mundial público DESCENTRALIZADO. Aunque muchas personas confunden Bitcoin o las criptomonedas en general con la tecnología de Blockchain, son conceptos distintos pero conectados. Si bien no se podría entender el funcionamiento del Bitcoin sin el Blockchain, uno es la moneda o dinero digital y el otro es la tecnología detrás de su funcionamiento. Entonces, Blockchain o cadena de bloques en español, no solo es la tecnología detrás del Bitcoin, sino también la base del futuro descentralizado en el mundo. Blockchain es la tecnología que se utiliza para registrar la información en forma de una cadena lineal de bloques de datos conectados y asegurados por pruebas criptográficas a través de un libro digital distribuido y descentralizado. Cada bloque de la cadena contiene tres elementos, los datos almacenados en cada en el bloque; por ejemplo, los detalles de una transacción de una operación de compra/venta de Bitcoin, quien vende, quien compra y la cantidad tranzada. El segundo elemento es llamado hash; que es una clave alfanumérica única, algo así como la huella dactilar del bloque. El tercer elemento es el hash del bloque anterior, para de esa manera formar la cadena de bloques. Esto es lo que lo hace tan seguro y casi imposible de hackear, porque además cada bloque tiene una prueba de trabajo o proof of work en inglés, que es un protocolo criptográfico de cálculos matemáticos utilizado para proteger cada bloque de la cadena. En el caso del Bitcoin, se tarda aproximadamente 10 minutos en calcular cada proof of work, desalentando el esfuerzo de hackear cada bloque. Además, no nos olvidemos que el registro de cada bloque se lo realiza de manera descentralizada, es decir de nada serviría hackear un bloque o una cadena de bloques de un usuario, pues todos los nodos de la red tienen un original de la operación de manera simultánea, convirtiéndose en una especie de auditores en línea de la integridad de la operación. O sea, cuantos más nodos tenga la red, es más segura. Es por lo que una red descentralizada de “fiscalización” sustituye el rol del intermediario que daba fe o garantizaba cualquier operación entre dos actores, haciendo prescindible a los Estados, sus notarios, sus entidades financieras, etc.; que, a título de garantizar la integridad de las operaciones, han ido invadiendo nuestra privacidad permitiendo y haciendo uso indiscriminado de nuestros datos. Blockchain nos devuelve el control a nosotros y sustenta la confianza en varios extraños que realizaran una labor de auditoria constante, porque hemos perdido la confianza en nuestros gobiernos y los gobiernos han perdido la confianza en nosotros. En resumen, Blockchain es una base de datos transaccional descentralizada inmutable. Actualmente se está desarrollando toda una nueva industria sobre la base de Blockchain, por ejemplo, Ethereum; una plataforma descentralizada open source, que sirve para programar contratos inteligentes (smart contracts). Es por eso, que varios gobiernos y empresas que han entendido este proceso de reordenamiento de la confianza han decidido encarar procesos sustentados en Blockchain para recuperar un poco la confianza de sus ciudadanos o clientes. Si bien la utilización más popular de la tecnología Blockchain son las criptomonedas, pues el proceso de compensación de pagos se hace eliminando a los bancos comerciales y bancos centrales, tiene un potencial en lo mercado de valores, remesas, servicios médicos, auditorías, procesos electorales, y por el nivel de seguridad que plantea las cadenas de bloques permitiría innovaciones en sectores como la robótica, seguridad, logística, el comercio, el sector automotriz, entre otros. Al final, el único límite para el uso del Blockchain es la imaginación del ser humano. Columna originalmente publicada en público.bo y eju.tv el 11de febrero de 2022.

  • Identificación Digital

    Hace unos días tuve que ir a sacar mi Cédula de Identidad al SEGIP (Servicio General de Identificación Personal) y compartí mi experiencia y mi sueño que algún día todo el trámite pueda ser 100% digital, y se inició una lluvia de ideas sobre los pros y los contras de algo así, en mis redes sociales. Partamos del principio que hay varias experiencias en el mundo sobre una identificación digital, pero sin duda el modelo a seguir -no necesariamente a copiar- es la de Estonia, que en el año 2002 lanzó su ID-card junto con la firma electrónica, el 2008 su Mobile-ID y el 2017 su Smart-ID; una aplicación gratuita que se puede instalar en cualquier dispositivo móvil, y que tiene como objetivo servir como identificación digital de los ciudadanos de ese país y en la Unión Europea, para acceder a todos los servicios del gobierno y de las empresas privadas ahorrando mucho tiempo y dinero a todos. Por lo que, no solo es posible tener una cedula de identificación digital, si no que ya se está usando desde hace muchos años y hay varios países que están en el mismo camino. Obviamente el principio más importante de cualquier servicio público ya sea digital o no, es que sea de acceso universal, así que el primer desafío seria garantizar la infraestructura adecuada para su acceso. El segundo desafío sería iniciar un proceso de educación digital ciudadana, que podría convertirse en una oportunidad para generar una política nacional de educación digital que sería un gran salto para los bolivianos. Pero lo interesante de la lluvia de ideas, fueron las propuestas originales que fueron sumando, por ejemplo: que la identificación digital consigne el tipo de sangre de cada ciudadano. ¿Se imaginan que con tu ID Digital, tu puedas acceder a tu historia clínica desde que naciste? Provocaríamos una Transformación Digital del sector salud, pero eso será motivo de otro artículo. Otra sugerencia fue que, en la misma identificación digital, indique si eres donante de órganos, lo cual nuevamente generaría un impulso importante a esta política que debería ser pública. Una observación interesante fue que la foto tiene que ir en el mismo lado que el nombre completo, ya que por esta situación en otros países no aceptan la Cédula de Identidad como documento de identificación valido. Además, sugirieron, que te puedan enviar tu Cédula de Identidad a la dirección declarada en la misma Cédula de Identidad; el delivery correría por cuenta propia, y de esta forma impulsar la creación de un código postal que es uno de los pilares del comercio electrónico en otros países. Actualmente te piden para emitir por primera vez o renovar tu cedula de identidad, un Certificado de Nacimiento original actualizado emitido por el SERECI (Servicio de Registro Cívico), la boleta de depósito bancario y obviamente la presencia física para sacar la foto y registrar sus huellas dactilares. El primer problema por resolver es que tenemos dos instancias que hacen prácticamente lo mismo; el SEGIP y el SERECI, el primero (dependiente del órgano ejecutivo) emite un documento de identificación personal y el segundo (dependiente del órgano electoral) cuya “función es organizar y administrar el registro de las personas naturales, en cuanto a nombres y apellidos, su estado civil, filiación, nacimiento, hechos vitales y defunción, así como el registro de electores y electoras para el ejercicio de los derechos civiles y políticos. (Art. 70, Ley N. 018 del Órgano Electoral)”, violando el principio más importante de la digitalización que es entregar un documento físico una sola vez a una institución del Estado. Hay otros problemas “técnicos” que resolver, ¿nos seguirían pidiendo huella dactilar? ¿la firma sería digital? ó ¿tendríamos que escanear nuestra firma y valdría como una firma digital? Además, la foto debería cumplir con ciertas características técnicas y seguramente ser validada con un sistema de reconocimiento facial, como ya lo hacen varias aplicaciones en el mundo y la propia aplicación del gobierno de Ciudadanía Digital. Además de la dirección, la Cédula de Identidad especifica la fecha y lugar de nacimiento, el estado civil, el domicilio y todos estos datos los tiene el SERECI y se podrían “jalar” de su base de datos (si no lográramos la unificación de instituciones) establecido en la Ley 1080 de Ciudadanía Digital y el Decreto Supremo 3525; que norman la Ciudadanía Digital y el archivo digital, la interoperabilidad y la tramitación digital. La profesión/ocupación debería ser simplemente una declaración jurada; con sus consecuencias legales en caso de falsear la información, así no tendríamos que estar llevando el original de cade certificado para que verifiquen la autenticidad del dato. La identidad digital, junto a la firma digital es la base de la Transformación Digital de un Estado, convirtiéndose en un instrumento de inclusión reduciendo los costos de transacción en la economía, contribuyendo a mejorar la calidad de servicios tanto del sector privado como del sector público. No encarar este proceso, significa quedarnos en el subdesarrollo, ahora de la economía digital global. Columna originalmente publicada en público.bo y eju.tv, el 27 de enero de 2022.

  • La revolución de la Web 3: ¿en qué consiste y cómo debemos prepararnos en Bolivia?

    Se romperán oligopolios poderosos y habrá un mayor empoderamiento individual. Los gobiernos perderán control sobre los ciudadanos. Ante la inminente “remodelación” de Internet con la Web3, ¿qué impactos tendrá el cambio sobre la economía global? ¿Cómo deben prepararse para esta transformación los agentes económicos en Bolivia? ¿Qué debe hacer por su parte el sistema educativo, y en general, todo el campo de la formación de recursos humanos? Desde eju.tv consultamos la opinión de dos conocedores de las tecnologías de la información y la comunicación, Amples Regiani y Gamal Serhan. “Vamos a descentralizar, criptografiar y tokenizar todo” “En la Web1 todos tuvimos acceso a Internet y para poner navegar por ella nacieron portales de comunicación como Yahoo o AOL. También nacieron los correos como Hotmail y una empresita llamada Google, que tenía un buscador que te permitía encontrar cualquier cosa. En la Web2, gracias a las redes sociales como Twitter, Facebook y Youtube, Internet se ha vuelto de doble vía: cualquiera puede crear contenido, interactuar y colaborar. En la Web3 vamos a descentralizar, criptografiar y tokenizar todo. En ese proceso, muchos intermediarios de la Web2 van a morir y vamos a experimentar una nueva Internet más poderosa, más segura, más anónima, más transparente y sobre todo más integrada a la vida real”, explicó Regiani. El experto dijo que para saber lo que va a pasar en el futuro, “muchas veces sólo necesitamos mirar qué sucedió en el pasado. Si hoy miramos el ranking de las diez empresas más valiosas del mundo, veremos que cinco de ellas nacieron en la Web1 y Web2. Ocho de estas diez son empresas de tecnología. La historia no va a ser diferente en la Web3”. “Algunos actuales players en el mercado de tecnología como META, Alphabet y otras como Nvidia o Unreal seguramente van a aumentar en muchos miles de millones de dólares su valor de mercado, pero seguramente nuevas empresas que aún siquiera sabemos que existen estarán valuadas en miles de millones de dólares en la siguiente década, gracias a nuevos desarrollos en la web”, precisó. “Bolivia tiene la cancha inclinada en contra” Sobre los desafíos de adaptación para el país, Amples Regiani opinó que “de entrada, Bolivia tiene la chanca inclinada en contra: primero, tenemos el promedio de Internet más lento y uno de los más caros de la región. Por otro lado, la Web3 está construida a partir de la descentralización y del blockchain. Eso tiene que ver con NFT’s, Smartcontracts y criptomonedas. Las principales formas de pago y tokenización de la web y del metaverso están prohibidas en el país, aunque son usadas por miles de personas todos los días”. Para la formación de recursos humanos, el reto sería “entender y aceptar que la Web3 y todo lo lo que se viene ya está sucediendo. No es una teoría futurista. Hay equipos en Bolivia que ya trabajamos y tenemos reuniones semanales en el metaverso. Cuanto antes entiendan, desarrollen planes y capaciten su personal mejor va a ser su transición. Sé que es duro pensar en eso cuando la mayoría de las empresas siquiera están digitalizadas… pero es inevitable”. “El mundo se dividirá en conservadores y revolucionarios” Por su parte, Gamal Serhan señaló que “la transición no será de un día para otro, porque además se está atentando contra oligopolios muy poderosos que son parte de un ecosistema que se defenderá a muerte. El mundo, al igual que lo que paso con la vacuna contra el COVID-19, se dividirá entre conservadores y revolucionarios. Es muy probable que al final del día coexistan los dos sistemas, el centralizado de la Web 2.0 y el descentralizado de la Web 3.0”. El experto recordó que la aparición del blockchain trajo consigo muchos cambios, entre los más importantes la idea de transacciones peer to peer (persona a persona) con un registro único descentralizado multilateral instantáneo: “Mientras el mundo avanzaba en la dirección de centralizar todo sobre la web 2.0, por primera vez la web 3.0 veía en el blockchain el protocolo base que podía hacer realidad su desarrollo. Las empresas y gobiernos han buscado desesperadamente hacerse de nuestros datos y esto ha llevado a la concentración de información, monetizando nuestros datos en su beneficio”. “La web 3.0, al realizar las transacciones peer to peer, devolverá el control a los verdaderos dueños de los datos, eliminando la necesidad de los intermediarios y el oligopolio de los principales motores de búsqueda y redes sociales, transformando la monetización de nuestros datos en favor de unos pocos a la monetización integrada directamente en el protocolo, que está igualmente disponible para cualquier usuario conectado, convirtiendo la red en pro-privacidad y anti-monopolio”, opinó. Serhan dijo que con esto tendremos un Internet más inteligente, interoperable y personalizado, que utilizara inteligencia artificial (IA) para analizar BigData producido por el internet de las cosas (IoT) de cada usuario y así adaptarse a cada uno, pasando del Internet de los documentos al Internet de los datos. “La economía global comenzará a mirar a la economía sostenible, circular y colaborativa como una nueva forma de hacer negocios. Las empresas tendrán que aprender a participar en un modelo verdaderamente descentralizado y quienes no entiendan que deben ofrecer una experiencia de usuario personalizada, quedarán como artesanales y es posible que se contraiga su mercado de manera sustancial o desaparezcan. La razón principal por la que el éxito del blockchain empresarial es limitado, además de la inmadurez tecnológica, es que los modelos de gobierno todavía están básicamente centralizados. Los gobiernos perderán el control de sus ciudadanos y por ende poder sobre ellos, frente al empoderamiento del individuo”, detalló. Dos realidades en Bolivia En relación con Bolivia, dijo que “hay dos realidades: los viejos agentes económicos ligados a los tradicionales negocios, en su mayoría dependientes del papá Estado de manera directa o indirecta, y un nuevo ecosistema naciente de startups y emprendedores, que han entendido la transformación digital del mundo y que quieren ser parte de ella”. “Se atribuye a Gramsci la frase: Una sociedad entra en crisis cuando lo viejo no termina de morir ni lo nuevo termina de nacer. Eso ocurrirá en Bolivia muy pronto, los viejos (no por edad, sino por su concepción de la economía) defenderán a ultranza al Estado y su rol en la economía para defender sus intereses, y los nuevos querrán ser parte de este nuevo ecosistema mundial económico, ofreciendo servicios dentro de este esquema descentralizado”, adelantó. “La educación se quedó en la primera revolución industrial” Respecto a los retos del sistema educativo, el analista de las TIC dijo que la educación es el sector más rezagado en el mundo respecto a las trasformaciones que estamos viviendo: “Se ha quedado estancada en la primera revolución industrial. Se enseña con modelos homogéneos, como si se estuviera produciendo pan en masa. Algunas empresas han comenzado a evaluar al personal que contratan ya no tanto por los títulos que tienen, sino por su habilidades y capacidades que demuestran, y a partir de ahí han emergido plataformas de enseñanza que se acomodan a las necesidades y tiempo de los alumnos. Pero la web 3.0 traerá la construcción de sistemas educativos colaborativos, donde el profesor/docente dejará de ser el que enseña y posiblemente se convierte simplemente en el líder del grupo que conduzca una investigación sobre ciertos temas de interés para aprendizaje. De hecho, los programadores, tienen comunidades/foros donde comparten conocimiento de ida y vuelta”. Gamal Serhan también enumeró para nuestra entrevista los principales “relevos” que tendrán lugar dentro del mundo virtual: -El navegador Brave servirá como Chrome. -En lugar de Google Drive o Dropbox, tenemos servicios como Storj, Siacoin, Filecoin o la tecnología IPFS para distribuir y almacenar archivos. -En lugar de Skype tenemos plataformas como Experty.io. -En lugar de sistemas operativos como iOS y Android, marcos como Essentia.one y EOS -brindan una puerta de entrada a la nueva web. -En lugar de Facebook y Twitter, tenemos Steemit o Akasha. -En lugar de WhatsApp y Wechat tenemos Status -Ethlance puede tomar el relevo de Upwork. Edición y entrevistas: Emilio Martínez Entrevista originalmente publicada en eju.tv, el 16 de enero de 2022.

  • La economía boliviana después del gas: transformación digital y energética

    Qué sectores deberían ser la nueva apuesta nacional tras el agotamiento del modelo gasífero-rentista. Los potenciales de la transformación digital, la exportación de software y la modernización de la matriz energética. Los volúmenes de producción de gas boliviano se han ido contrayendo en los últimos tiempos, a medida que se agotan las reservas descubiertas en los años noventa y en los primeros años de este siglo. Por más que se logre un cambio de normativa que vuelva a incentivar la exploración, descuidada en la última década y media, es poco probable que el sector pueda seguir siendo la locomotora de la economía nacional por mucho tiempo más. Ante este agotamiento del modelo gasífero en el país, ¿cuáles serían las mejores opciones para sustituirlo? ¿La economía del conocimiento y la transformación digital podrían estar dentro de esas alternativas? ¿Y qué plantear, además, para avanzar en una nueva matriz energética? Para hablar sobre estos temas, eju.tv entrevistó a Gamal Serhan, ingeniero civil graduado en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y especializado en transformación digital en el INCAE, la escuela de negocios para América Latina de la Universidad de Harvard. “Hemos insistido durante mucho tiempo que ser monoproductores y extractivistas es un modelo totalmente agotado, no representa mejores condiciones de ingresos para el país. Todos los modelos que signifiquen generar valor agregado sin duda representarán mejores ingresos. Fundamentalmente, la economía del conocimiento y la transformación digital apuntan a que se termine la vieja y tonta discusión sobre quiénes son los dueños de los medios de producción. Hoy en día es más importante la gestión del conocimiento. Para eso, lo que hoy se necesita es transformar el modelo educativo, apoyar a los emprendedores y a todo lo que es innovación, porque eso genera sin duda muchísimo mayor valor agregado y permite que se participe en nuevos mercados, desplazando a los viejos modelos de negocios”, indicó. Cluster de software en Cochabamba Serhan también se refirió al cluster de exportación de software que se ha venido desarrollando en Cochabamba recientemente, señalando que “es el resultado de los esfuerzos individuales de varias personas, aprovechando que en Cochabamba se ha apostado siempre por el área tecnológica. Tenemos colegios como el San Agustín, un referente en la educación y fundamentalmente en áreas tecnológicas. Esto genera una ventaja competitiva muy importante, que traducida en términos de la industria del software permite que se pueda exportar lo que se produce en Bolivia, siendo que la mano de obra es bastante más barata que en otros países y con los mismos estándares de calidad”. “Lo que no se ha tenido nunca es un apoyo de parte del gobierno nacional, departamental ni municipal, para generar un ecosistema que se convierta en un lugar colaborativo, donde se sumen este tipo de iniciativas. Más bien, el Estado es una tranca para la industria de la gestión del conocimiento, porque no se valora lo que se produce y porque la norma sanciona la innovación”, cuestionó. Elefantes azules Como ex gerente general de ENDE Andina, Gamal Serhan también conoce bien el campo energético, donde ve la necesidad de un proceso de modernización que dé cabida a la transformación tecnológica y a la revolución 4.0. “El gobierno del Movimiento Al Socialismo nunca entendió las dificultades que hay para exportar energía eléctrica. Por un tema de estrategia de defensa, los países vecinos no quieren depender de otro país. Pero aun así se gastaron más de 33.000 millones de Bs. con crédito del BCB para proyectos que son hoy elefantes azules, que no generan ningún ingreso”, dijo. El experto agregó que en el país hay una capacidad instalada de más de 3.000 megawatts, siendo que el consumo máximo en hora pico es de 1.500 “y todavía se sigue gastando en diversos proyectos, que no tienen sentido dado que la demanda interna está satisfecha”. “Además, se compite con nosotros mismos, porque se vende el gas natural a las empresas generadoras de energía eléctrica que usan gas como insumo en 1 dólar el millar de BTU, mientras que al extranjero se podría estar vendiendo entre 5 y 6 dólares el millar de BTU. Así que hay una especie de subvención a la generación de energía eléctrica, sólo para justificar estos elefantes azules que se han construido con el dinero de los bolivianos. Nunca hubo un plan, le metían nomás sin saber a dónde estaban apuntando”, remarcó. Serhan dijo que el mundo está descarbonizando su economía, pasando a usar energías renovables como la eólica o la solar: “países que antes dependían de insumos como el gas, como el caso de Chile que le compraba a la Argentina, han comenzado a reemplazar su matriz energética y han hecho inversiones gigantes en energía solar. Hoy están apuntando también al hidrógeno verde. Mientras tanto, nosotros todavía estamos en la prehistoria del uso de las fuentes de energía”. Energía 4.0 Sobre el potencial de la llamada “cuarta revolución industrial” para cambiar el mercado energético, señaló que “la revolución 4.0 es una realidad global y consiste en entender que el mundo ha cambiado, que hay un nuevo consumidor social, más y mejor informado, que a través de un dispositivo como el celular tiene el mundo en sus manos. Este nuevo consumidor social demanda una experiencia de usuario o de cliente. Por lo tanto, los productos tienen que fabricarse de acuerdo con la demanda de estos consumidores y no tratar de encajar los productos, por más que sean de sectores monopólicos como el energético”. “Esto hace que cambien completamente los modelos de negocios y estemos hablando de la posibilidad de redes de energía distribuida, y que las casas, que antes eran sujetos pasivos, ahora puedan generar su propia energía e incluso venderla al sistema, si, por ejemplo, te instalan paneles solares con el nuevo modelo de Energy as a Service (EaaS)”, explicó. El experto en transformación digital dijo que en Bolivia no se avizora todavía un plan con este nuevo modelo de negocios, que se centra en el consumidor y que busca la venta de servicios. “Los activos no son más los tangibles, ahora son absolutamente intangibles y el mercado demanda otro tipo de atención”, subrayó. Edición y entrevista: Emilio Martínez Entrevista originalmente publicada en eju.tv, el 23 de octubre de 2021.

  • Estonia, gobierno digital al servicio del ciudadano

    Cada vez crece más la inconformidad de los ciudadanos por la calidad de los servicios que brindan los Estados, haciéndonos la vida cuando menos tortuosa con un sinfín de tramites eternos para demostrar en cada institución que soy quien digo que soy. El principal problema es que la mayoría de los gobiernos no confían en sus ciudadanos y los ciudadanos no confían en sus gobiernos. De ahí que exista una seria de trámites burocráticos que deberían resolver ese problema, pero en realidad no lo hacen y lo terminan complicando más. Por eso es fundamental regresar a lo básico, que los gobiernos deben estar al servicio de los ciudadanos, para mejorar la calidad de vida de sus estantes y habitantes, y en tiempos digitales; como los que estamos viviendo, deberíamos esperar y exigir que el gobierno también debería ser digital. ¿Te imaginas dejar de peregrinar oficina por oficina del Estado; órgano legislativo, ejecutivo, judicial o electoral (nacional, departamental y municipal), con tu fotocopia de cédula de identidad; o todos los documentos que te piden todo el tiempo, y tu folder amarillo intentando convencer al funcionario público de turno que eres tú y terminar con el trámite eterno? Existe un pequeño país, casi del mismo tamaño del Departamento de Cochabamba de cerca de 1.3 millones de habitantes, llamado Estonia, que después de la caída de la Unión Soviética tuvo que reinventarse y se convirtió en uno de los países más digitales del mundo. De hecho, solo hay 3 cosas que tienen que hacer de manera presencial: casarse, divorciarse o comprar una casa. El punto de inflexión fue cuando, en 1997, decidieron adoptar un gobierno digital con el objetivo de mejorar la competitividad del estado, reducir los tiempos de trámites y mejorar el bienestar de la gente. En Estonia, el 98% de la población tiene una Identificación Digital, que te da acceso al 99% de los servicios gubernamentales online. Esto le significa un ahorro del 2% del PIB anual en salarios y gastos en la burocracia estatal. ¿Cuáles son los principios del gobierno digital de Estonia y como pusieron al centro de este proceso el servicio a los ciudadanos? Lo primero fue garantizar la confidencialidad y privacidad de los datos y la información de su Identificación Digital. Una vez verificado el usuario; a través de una verificación de dos pasos, el ciudadano tiene acceso a todos los servicios del Estado dentro de una sola herramienta que le permite su uso a través de la firma digital. Si algún funcionario público accede a su información, primero debe identificarse y tendrá solo acceso a los datos que requiere para hacer su trabajo, y a través de una especie de blockchain, se registrara quien accedió a su información y que uso le dio a la misma, quedando registrado en un archivo para que pueda consultar en cualquier momento garantizando transparencia en el uso de su información y evitando que violen su privacidad abusando del poder de cualquier funcionario público. El segundo principio es “Once Only, once is enough” (una sola vez es suficiente) es decir, el ciudadano sólo tiene que presentar un documento a una institución una sola vez y solo puede ser almacenado una sola vez en un solo lugar, y el Estado NO puede pedirte la misma información que otra institución ya le pidió. Con este principio se define quien es responsable de la custodia de su información y la actualización de esta y son los sistemas de las instituciones las que tienen que comunicarse entre sí (principio de interoperabilidad) y compartir información entre ellos, en vez de hacer peregrinar al ciudadano de una institución del Estado a otra institución del mismo Estado. Esto evita que la información sea centralizada y duplicada, evitando además que se tenga un solo punto de falla o vulnerabilidad. Para que el principio de interoperabilidad funcione adecuadamente se requiere una infraestructura de comunicación segura y robusta, y para esto desarrollaron una plataforma de intercambio de información llamada X-Road, que como una carretera conecta las bases de datos y los registros del sector público y privado en tiempo real, cuyo es rastro es almacenado y auditable después de cada movimiento. Finalmente, y muy importante, a diferencia de la mayoría de otros gobiernos, compañías tecnológicas y otros negocios en el mundo, la propiedad de los datos en Estonia es del ciudadano y es el que puede determinar el uso y acceso de estos a los organismos del Estado, además de realizar una auditoría de su uso ante una posible sospecha de mal uso. Mientras la mayoría de las compañías de tecnología ni siquiera quieren compartir información sobre el uso de nuestros datos. La idea central de este desarrollo fue la transformación del rol del estado, colocando al ciudadano al centro de la atención del gobierno. Es por lo que insistimos que la transformación digital, es fundamentalmente un cambio de mentalidad de la gente, en especial en sus relaciones de confianza, más allá de la tecnología en sí misma. Columna originalmente publicada en público.bo, el 13 de enero de 2022.

  • ¿Cuáles son los beneficios de digitalizar tu negocio?

    La digitalización es el proceso de transformar los procesos analógicos y los objetos físicos en digitales y es la expresión primaria de la transformación digital, e implica la adopción de herramientas tecnológicas para generar eficiencia en los procesos actuales de la empresa. Si, pero ¿qué significa esto en español? Por ejemplo, ¿has notado que los bancos ya no quieren enviarte tu estado de cuenta en papel y que ahora te lo envían a tu correo electrónico? eso es digitalización. ¿Has notado que en algunos comercios puedes pagar con un código QR o con transferencia bancaria? eso también es digitalización, porque ya no necesitas entregar físicamente dinero para realizar una compra. ¿Has notado que ahora puedes realizar un pedido desde una aplicación del negocio o a través de WhatsApp? eso también es digitalización. Y ¿cómo le afecta a la economía en general? En Estonia; el primer país digital del mundo, la digitalización, presumen, les supone un ahorro del 2% del PIB anual en salarios y gastos. Eso representaría cerca de 700 millones de dólares en Bolivia ahorrados en la burocracia estatal. ¿Te imaginas? El 99% de los trámites oficiales en Estonia pueden realizarse en cualquier momento y solo necesitas una conexión a internet. ¿Y cómo lo puedo implementar en mi negocio? Imagínate escanear todos tus documentos y almacenarlos en la nube para guardar todos tus archivos importantes, eliminando la necesidad de archivadores anticuados y espacio para guardarlos. ¿Cuáles crees que sería los beneficios? En lugar de tener que buscar el documento que necesitas en los archivadores de tu oficina o tu casa, podrías acceder a tus documentos desde cualquier dispositivo o desde cualquier lugar, incluso cuando estes sin conexión. Si esta digitalizado, la búsqueda será muy fácil y rápida, y mucho más si tu información está organizada a través de un patrón de categorías y etiquetas, que permite una búsqueda eficiente, además con la tecnología de reconocimiento óptico de caracteres (OCR por sus términos en inglés), buscar entre los datos digitalizados de tus documentos escaneados es mucho más fácil todavía. Podrás compartir e intercambiar documentos con tus clientes, con tus trabajadores, con tus socios, con quien tú quieras, y podrán trabajar “al mismo tiempo” de manera colaborativa en cualquier documento que necesites elaborar. Es decir, cada uno puede trabajar cuando pueda y desde donde quiera, ya no es necesario realizar “juntas” con tus clientes, tus trabajadores o tus socios para revisar una oferta, una propuesta o resultados, estableciendo el acceso a los mismos dependiendo del usuario y las credenciales que les des para el efecto. Ya no será necesario, imprimir o fotocopiar cada vez, ahorrando mucho dinero en consumibles, y colaborando de manera significativa al cuidado del medio ambiente. Cuando tienes montones de documentos y desorden por todos los lados, disminuye el flujo de trabajo, generando estrés adicional al trabajo haciendo que todo sea más difícil de gestionar. El hecho de tenerlo digitalizado te permite asegurar no solo su disponibilidad y si no también que tu documento no sufra “accidentes”. Prácticamente todo puede hacerse digital, no solo documentos en papel, contratos, facturas, recibos, imágenes, fotografías, sonidos, etc, y, por lo tanto, la gestión de información se vuelve más conveniente. Ahora también ya no es necesario tener físicamente tu negocio, es suficiente con que tengas una página web, una cuenta en Facebook o Whatsapp y puedes tener tu tienda digital. Tú reto será generar confianza para que tus clientes digitales comiencen a comprar en línea, con algunas ventajas adicionales, tu tienda puede estar disponible 24/7 y no tienes que contratar a un vendedor, aunque es posible que necesites algunos conocimientos digitales o que si tengas que contratar a alguien que te ayude con el funcionamiento de tu negocio digital. Ahora, la digitalización no es tener una página web, cuentas en redes sociales y ya, estas son simplemente herramientas que permiten una vitrina diferente para exhibir tus servicios o productos. La digitalización no significa reemplazar los objetos físicos por digitales, si no, extraer, transformar y utilizar los datos digitales extraídos de soportes físicos, para automatizar procesos de negocios y flujos de trabajo. He ahí la importancia de la digitalización, porque permite construir la plataforma de exploración para explotar los datos, el nuevo petróleo del siglo XXI y después “refinarlo” para extraer su verdadero valor para iniciar el proceso de transformación digital. Lo que es seguro, es que las decisiones basadas en datos son mejores decisiones. Por eso se necesita tener una estrategia clara sobre los procesos a digitalizar, la información a recabar y la utilidad que le daremos a los “datos refinados”, caso contrario la inversión y el esfuerzo puede ser en vano y generar decepción o peor frustración. Columna originalmente publicada en público.bo, el 30 de diciembre de 2021.

  • Las 8 claves de Bitcoin

    La crisis de confianza en los Estados, sus instituciones y sus gobiernos, sumado a que los estados han ido implementando más medidas que violan nuestra privacidad y establecen medidas de política monetaria que minan los ingresos y el patrimonio de los ciudadanos, han creado las condiciones para el surgimiento de Bitcoin en particular y las criptomonedas en general. Bitcoin surge de las manos de Satoshi Nakamoto; quien ha permanecido anónimo, como respuesta a la crisis financiera global de 2008 que se desató debido al colapso de la burbuja inmobiliaria en los Estados Unidos que estallo en octubre de 2007 y la intervención del Estado para salvar a las compañías en detrimento de los ahorros de las personas. Bitcoin es una moneda como el dólar, el euro o el boliviano, solo que es digital y NO esta emitido por ningún gobierno o su Banco Central y por ende controlado tampoco, permitiendo realizar transacciones peer to peer (P2P, por sus siglas en inglés), es decir, sin la necesidad de un tercero que garantice la validez de la transacción. Su funcionamiento se basa en la tecnología Blockchain (cadena de bloques), que permite almacenar una base de datos de todas las operaciones en la red de manera descentralizada casi imposible de hackear o falsificar, pues todos los miembros de la red tienen acceso a una especie de libro contable electrónico donde se registran cada una de estas operaciones. El valor del Bitcoin, al no estar respaldado por ningún gobierno, lo determina el mercado abierto y la confianza de las personas que la utilizan como medio de intercambio. Todas las transacciones con Bitcoin pueden ser rastreadas, eliminando el anonimato, aunque permitiendo el uso de pseudónimos. Aunque se ha creado una especie de mito sobre el anonimato de su uso, en realidad es bastante difícil permanecer anónimo cuando uno realiza transacciones con Bitcoin. Ahora sí, los usuarios de Bitcoin disfrutan de un nivel de privacidad mayor que los usuarios de servicios tradicionales de intercambio financiero, donde uno tiene que proporcionar información detallada personal a los intermediarios financieros y a los entes regulatorios gubernamentales y supragubernamentales, con el pretexto (valido o nó) de luchar contra el lavado de dinero o la legitimación de ganancias ilícitas. El Bitcoin no pretende reemplazar a las monedas tradicionales, sino constituirse en una alternativa al sistema de pagos, que elimine la vulnerabilidad de las monedas tradicionales a las políticas monetarias de cada país, y disminuya sustancialmente los costos de transacción y la velocidad de estas. Otro “problema” que se ha identificado de su uso, es la dependencia del internet y el consumo de electricidad; sobre todo de los “mineros” que participan en la red. La verdad es que el mundo depende del internet y la electricidad. Cuantas veces nos hemos encontrado limitados porque “se cayó el sistema” para realizar desde una transacción pequeña o un trámite vital. Y si bien hay una demanda adicional de energía por parte de los mineros del Bitcoin, estos buscan países o regiones donde el costo de la energía haga rentable su operación, pero el mundo mismo está buscando cada vez fuentes de energía más limpias y eficientes, así que no parece ser un problema en sí. La posibilidad de un “fraude” y no tener a quien recurrir para su reclamo, ha hecho que algunos países pretendan regular su funcionamiento a través de regulaciones y en algunos casos imponiendo impuestos, pero debido a lo innovador de su funcionamiento ha sido difícil prever un marco legal y regulatorio. Existen una docena de países en el mundo, que prohíben explícitamente el comercio con Bitcoin y otras criptomonedas, por tener economías controladoras de capital y de naturaleza centralizada. En el caso de Bolivia, el Banco Central emitió la Resolución de Directorio 144/2020 en la cual prohíbe a las entidades financieras procesar o vincular los instrumentos electrónicos de pago a operaciones de compra-venta de criptoactivos, a diferencia de países como El Salvador que adoptó el Bitcoin como moneda de curso legal. Lo cierto es que el Bitcoin y las criptomonedas son una realidad, y han planteado la disputa entre libertad y control estatal sobre nuestros activos. ¿El verdadero valor del dinero ha regresado al soberano? Columna originalmente publicada en público.bo, el 16 de diciembre de 2021.

  • La democracia o dictadura del Like

    A enero del 2021, de los 7.83 miles de millones de habitantes, 5.22 tienen un celular, 4.66 son usuarios de internet y 4.20 son usuarios activos de alguna red social. Es decir, casi el 100% de la población urbana (lo cual no es necesariamente cierto) está conectado a una red social. Cada vez son más las personas que le creen más, a lo que se publica en las redes sociales que, a un medio de comunicación local o global serio, que realiza un trabajo serio de investigación antes de comunicar una noticia. Hoy, un influencer tiene más poder (de influenciar) que un político; primero en el ámbito de su “especialidad”, aunque cada vez más se busca aprovechar su influencia en el ámbito comercial y a veces político. Todas las empresas (serias) de servicios o venta al menudeo, han implementado un CRM (Customer Relationship Management) cuyo objetivo final es mejorar la atención y las relaciones con clientes y potenciales. El CRM es una aplicación que permite centralizar en una única Base de Datos todas las interacciones entre una empresa y sus clientes. Y como el CRM hay miles de aplicaciones cuyo objetivo es obtener métricas de todo lo que hacen los consumidores digitales. Lo complicado de las redes sociales, es que cada una se ha “especializado” por rubro y se ha creado una especie de monopolio sectorial. Facebook sigue siendo la red principal y nos sirve para contar historias e interactuar con tu “audiencia”, YouTube para subir tus videos, Instagram es para capturar momentos a través de fotografías, Linkedin es una red enfocada a hacer contactos profesionales y empresariales, TikTok permite crear, editar y subir videoselfies musicales de 1 minuto, y en Twitter tienes que comunicar con claridad y precisión (por la limitación de caracteres), pero puedes interactuar con quien sea. A enero del 2021, Facebook tenía 2.74 mil millones de usuarios activos, Youtube 2.29, Instagram 1.22, LinkedIn 0.74, TikTok 0.69 y Twitter 0.35. Si bien cada una de estas redes sociales tiene diferentes “audiencias”, todos tienen como factor común el like, y obviamente mientras más likes tienes, el algoritmo de cada uno de ellos, en mayor o menor medida, te hacen más visible y mejora tu posicionamiento, por eso es cada vez más todos se esfuerzan por el like, algunos venden y compran likes, y otros han optado por producir y “vender” contenido de calidad, para tener más seguidores. Esto desde la perspectiva de la oferta. Del otro lado, tenemos como nunca una sobrecarga de información y en promedio a nivel global pasamos cerca de 7 horas en internet y cerca de 2 ½ horas en las redes sociales, pero obviamente las tendencias varían de país a país. Dicen estudios de psicología, que cuanto más uses las redes sociales, más te va a costar estar sin ellas, para “no perder el tiempo invertido” y de esa manera nos volvemos cada vez más adictos a ellas. Y dado que el nuevo marketing; sobre todo digital, está más enfocado en despertar sentimientos, mientras no llevamos a un nivel consciente nuestra presencia en las redes, la perdida de privacidad y la información que compartimos, no es percibido y refuerza nuestra dependencia de las redes sociales. No obstante, las redes sociales, han permitido visualizar a los ciudadanos comunes y se han convertido en los mejores aliados contra regímenes autoritarios que tratan de implementar una narrativa afín a sus intereses. Aunque en algunos casos, también ha logrado fidelizar más a sus feligreses y polarizar más a las sociedades. A pesar de que los usuarios han manifestado abiertamente la desconfianza en Facebook, este se ha convertido en un imperio que aglutina dos redes sociales (Facebook y Instagram) y dos servicios de mensajería (WhatsApp y Messenger), con más de 3.500 millones de usuarios activos mensuales, definidos de forma más precisa por la compañía como individuos "registrados en Facebook, Instagram, Messenger y/o WhatsApp, que visitaron al menos una de estas plataformas a través de una app móvil o un navegador web en los 30 días anteriores a la fecha de medición”. Facebook ha sido el centro de controversia en las elecciones presidenciales de 2016 en USA, en el escándalo de Cambridge Analytica el 2018 y ahora por los “Papeles de Facebook”, cuestionando el uso de los datos de los usuarios, sus políticas internas y la hermeticidad para abrirse a investigadores independientes. Con todo, la red sigue creciente y parece que el valor que ofrece a sus usuarios es mayor que el costo de compartir su información privada al punto que la red conozca mejor sus preferencias que uno mismo. Lo peligroso del algoritmo de las redes, en especial el de Facebook, es que busca reforzar nuestras preferencias y puntos de vista, encerrándonos en una burbuja que hace eco de nuestras opiniones y nos hace creer que “nosotros” tenemos la verdad, haciéndonos perder la perspectiva de la diversidad del mundo. Como en todo, la diferencia es que las redes sociales sean un factor que refuerza la democracia o se convierta en una dictadura de los monopolios detrás de ellas, es la educación y el sentido crítico de la sociedad, y preguntarnos si eso que estamos leyendo, escuchando o viendo es la realidad o no; incluido este artículo. Columna originalmente publicada en público.bo, el 4 de noviembre de 2021.

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